Guiados por El Espíritu Santo.

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¿Quién es el Espíritu Santo?

El Espíritu Santo  es el guía que Dios nos dejó, es nuestro maestro, nuestro defensor, es quien te unge y te llena con poder.  Hechos 1:8, Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.

Dos puntos importantes

1. El Espíritu Santo es quien te llena de poder para ser testigo de Jesús.
2. Él es quien te ayudara para ser testigo de Jesús y te dará el poder para manifestar el reino de Dios en las naciones.

El Espíritu Santo es quien nos guiará hablar en otras lenguas. Hechos 2:2.
Él es quien nos capacita para el momento de nuestro ascenso a otro nivel.  Hechos 6:3.

Por tanto cuando hablamos de ser "guiados por el Espíritu Santo" entendemos que se habla de la dependencia total de él, echar a un lado nuestras debilidades e incapacidades. Para lograr ser guiados por el Espíritu Santo se necesita estar plenamente llenes de fe Pues si no tenemos fe no podremos ser guiados por él.

¿Por qué fe?

Porque él es espíritu y de la única forma que podamos creer en algo que no vemos es si tenemos fe. (Fe. Convicción de lo que no se ve).No lo puedes ver, ni tocar, pero de seguro que él te tocara y se te hará sentir en tu vida.

Jesús dijo en Juan 3:8, El viento de donde quiere sopla, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde vaya: así es todo aquel que es nacido del Espíritu.

Cuando somos guiados por el Espíritu Santo no necesitamos tratar de convencer a las personas de arrepentimiento, pues es el Espíritu Santo quien escudriña los corazones y quien convence de pecado.

La conclusión para lograr una vida, una iglesia, una ciudad o nación avivada se necesita la dependencia total del Espíritu Santo.

No hay ministerio con poder del Espíritu sin antes ser guiados por él, Jesús cuando fue llevado al desierto, ¿quién lo llevo? Fue el Espíritu. Pero luego de la tentación salió en el poder del Espíritu. Mateo 4:1-5.

Autor. Pablo Delisma.



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