El Gran Rostro de Piedra
Esta historia llamo poderosamente la atención del muchacho, hasta el punto de que siempre que podía subía al monte para quedarse allí contemplando aquel rostro de piedra y pensar en aquel que un día llegaría. Pasaron los años y nadie apareció, pero el hombre joven hacia todavía lo que el muchacho había hecho: se iba a lo alto del monte y contemplaba la belleza, la majestad, la bondad de aquel gran rostro de piedra. Pasó juventud y creció el adulto, pero nunca pudo quitar de su mente aquella historia; llego la ancianidad y un día, mientras caminaba por el pueblo, alguien lo miro y dijo: ¡Ya llego! ¡Aquel que es gran rostro de piedra! Se había trasformado en aquel que contemplaba continuamente.
Si quieres llegar a ser como Cristo, mira a Jesús. Si quieres crecer en la gracia, mira a Jesús, le encontraras revelado en su palabra; por tanto. Lee tu biblia y medita sobre ello.
Por: Doctor H.A. Ironside
Redactado: Yeri Vicente
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