Primero enamórate de Dios

Para iniciar quiero citar un fragmento de un libro llamado Emparejarse escrito por el Guatemalteco Alex López:

‘’Ninguno que se ama quiere ser novio o novia de alguien que físicamente representa un oasis, pero espiritualmente es un desierto’’. 

¿A dónde voy con esto? Los estereotipos de belleza nos hacen aspirar a lo bonito antes de optar por algo de calidad y esto se ve involucrado, lamentablemente, en todas las áreas de nuestra vida. Por eso las chicas y chicos prefieren a alguien atractivo aunque tenga el cerebro del tamaño de una nuez (Partida en diez pedazos) a alguien que quizá no tenga las condiciones físicas de un súper modelo pero que su CI (Coeficiente Intelectual) es bien aprovechado y tiene deseos de superación.

Antes de tomar el paso de querer tener una relación de noviazgo o ‘’amistad especial’’ como se llamaban en las iglesias en la época de los 80, debemos establecer en nuestra vida varios preceptos básicos, aplicarlos y vivir por ellos cada día. Para ello en Marcos 12:28-31 se explica con claridad cómo debemos amar Dios y a nuestro prójimo…

El mandamiento más importante

28 Uno de los maestros de la ley se acercó y los oyó discutiendo. Al ver lo bien que Jesús les había contestado, le preguntó:

—De todos los mandamientos, ¿cuál es el más importante?

29 —El más importante es: “Oye, Israel. El Señor nuestro Dios es el único Señor —contestó Jesús—. 30 Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas.” 31 El segundo es: “Ama a tu prójimo como a ti mismo.” No hay otro mandamiento más importante que éstos.

Si amamos a Dios con todas nuestras fuerzas, como a nosotros mismos, aplicamos esto a nuestro prójimo y nos rodeamos de personas que tengan esto establecido en su vida, será  más fácil encontrar a ese ser creado por Dios para compartir con el/la nuestros días al que muchos llaman su ‘’media naranja’,’ un concepto muy errado del cual hablaremos luego… Pero no nos confundamos, el asunto no va solo a nivel espiritual sino también social, económico, etc. Existen puntos que como individuos debemos asentar antes de tener pareja:

1- En qué tiempo quiero casarme. Si usted es de los que quiere casarse a los 30 años, ¿Para qué se anda buscando novio/a con 15 años de edad? ¿Acaso piensa durar 15 años de noviazgo con alguien? Recordemos que las acciones que tomemos ahora repercutirán en el futuro y que una relación de noviazgo va guiada a que cuando ambos estén preparados en todas las áreas de su vida o por lo menos en la mayoría, pasar a otro nivel y proceder al matrimonio. El noviazgo no es experimentalismo, es conocerse mutuamente y acoplarse hasta crear un equilibrio como pareja.

2- ¿Cómo está mi nivel de responsabilidad? Pregúntese eso, si usted no tiene orden en su vida, es vago y todo le da igual, no se preocupe en buscarse novio/a porque a la larga o no funciona o usted se cansa.

3- Sostén económico. ¿Me estoy preparando para el futuro? ¿A qué aspiro?  Esto va muy relacionado con el punto anterior. Es normal que las chicas quieran como novio a alguien que tenga un vehículo del año, trabaje en una oficina y sus ingresos sean considerables, pero ¿Y usted? ¿Está estudiando para poder darse usted misma esos gustos, o se conforma con ser ama de casa y depender de su compañero al 100%? Recuerde que todo es un equilibrio y que con el tiempo esos ‘PEQUEÑOS’ detalles pueden crear dificultades en la relación. ¡También se aplica a hombres!

4- ¿Busca una media naranja? Este concepto mal utilizado y presentado como una excusa para aquellos que tienen déficits en varias áreas de su vida, no confundamos esto con buscar alguien que nos complemente, esa es otra cosa. Alguien que nos complemente y nos ayude a ser mejores cristianos, amigos, empleados, es lo ideal y debemos también nosotros ser el complemento y brindar ese soporte a nuestra pareja. ¿Sabemos que espera de nosotros el tipo de persona que anhelamos como novio/a?Esto es un error muy común, es como que yo aspire a un supermodelo que haga ejercicio y lleve una vida saludable mientras que yo paso mis días alimentándome con cosas que dañen mi salud y solo me levante para abrir el refrigerador, aquél que lleva una vida saludable desea compartir sus días con alguien que lleve un estilo de vida parecido, o que por lo menos haga el intento. ¿Estamos ofreciendo algo verdaderamente de nivel y atractivo? Sea una naranja completa y trate de ser lo mejor para la persona que usted eligió, el amor es dar de forma desmedida sin esperar nada a cambio. Valla preparándose y aspirando ser lo mejor para quien será su pareja en el futuro.

Hay que anhelar la perfección de Dios y amar como Él nos ama, 1 Pedro 3:18 ‘’Porque Cristo murió por los pecados una vez por todas, el justo por los injustos, a fin de llevarlos a ustedes a Dios. Él sufrió la muestra en su cuerpo, pero el espíritu hizo que volviera a la vida’’. Es por eso que debemos tener bien claro a quien le entregamos llave de nuestro corazón, ya que de él depende nuestro estado de ánimo, pensamientos, interacción con las personas que nos rodea y ¡hasta la salud!, es por eso que hay que procurar que esa persona especial se convierta en su mejor amigo y conozca bien sus defectos, tratar de ayudarlo a ser mejor y aplicar esto de forma mutua.  ‘’Por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de El mana la vida’’. Proverbios 4:23

Para finalizar te quiero aconsejar, que si no posees muchas de las cualidades y tienes deficiencias antes descritas en diversas áreas de tu vida, no te preocupes ni pienses que no habrá nadie para ti. Génesis 2:18 ‘Luego el Señor Dios dijo: No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada’’. Primero enfócate en crecer como persona, así evitas herirte y que te hagan daño, pide dirección a Dios para que moldee tu carácter y que tu noviazgo sea de tres: tú, el espíritu santo como guía y tú pareja. 

  

Si usted no puede cumplir con esto, mientras tanto cómprese un perro ;) 

Pd: Les recomiendo los libros de Alex López, Emparejarse y Noviazgo de altura. Son muy enriquecedores y me sirvieron como base.

Por: Crismeli A. De Jesus Mercedes