Radicalmente Opuestos
Hay cosas que sencillamente no se negocian, ideas en las que nunca entraremos en acuerdo y posturas que jamás cambiaremos. Somos radicales en lo que pensamos y agresivamente determinados, nadie va a cambiar nuestro modo de pensar porque nacimos para creer en esto. Y sabemos que hay que cosas que los demás no comparten y algunos miran mal, pero nuestra identidad va por encima de eso, nuestros principios no están condicionados a nada, de hecho, no nacimos para complacer los gustos de la gente, fuimos colocados en el mundo para ir en contra de la corriente.
Aunque vivimos aquí, un mundo dominado por leyes y decretos puestos para complacer a los hombres, donde muchos de los cuales no están bien vistos por nuestro Dios, no son sujetaremos al sistema, si este intenta afectar nuestros valores. No toleramos nada que vaya en contra del Dios verdadero, el cual ninguno de ellos conoce, y estamos conscientes de que Él mismo nos puso aquí para ser luz en medio de la oscuridad. Somos jóvenes y formamos parte de la nueva generación que se levanta para mostrarle al mundo lo grande que es Jehová de los ejércitos, y donde quiera que lleguemos vamos a promover su nombre.
Hace unos días el Rey construyó una estatua para todo el mundo se postrara ante ella, y dijo que aquel que no se postre será quemado en un horno, pero este es nuestro momento para demostrar que somos fieles al Dios del Cielo. A pesar de que trabajamos con el Rey y servimos para él, no estamos de acuerdo con muchas de sus creencias paganas y antimorales; y aunque nos ha tratado con respeto y nos ha dado beneficios por cumplir con todas sus órdenes, nuestra fidelidad está en Dios y nunca conspiraremos contra los principios y mandamientos divinos.
Somos radicalmente opuestos a sus creencias, somos disidentes del sistema, y sabemos de qué estamos hechos, aunque esa postura haya provocado una manifestación de enojo en la casa del Rey, el cual nos mandó a buscar. Estamos siendo monitoreados por el sistema satánico, nos están buscando por ser como somos, el gobierno de las tinieblas planificó nuestra muerte, la cual será pública y consumirá nuestros cuerpos en el fuego.
Lo cierto es que sabemos quién es el Dios que servimos, conocemos lo grande que es, los hemos visto actuar a favor de nosotros siempre, y si Él está con nosotros nada podrá detenernos. Cuando nos presentemos delante del Rey le diremos: “Si nos arrojan al horno ardiente, el Dios a quien servimos es capaz de salvarnos. Él nos rescatará de su poder, su Majestad; pero, aunque no lo hiciera, deseamos dejar en claro ante usted que jamás serviremos a sus dioses ni rendiremos culto a la estatua de oro que usted ha levantado.” (Daniel 3:17-18 NTV)
Aunque nuestro Dios no nos libre del horno seremos fieles, ya que no dependemos de su milagro, nuestra fidelidad hacia Él no está condicionada a lo que Él haga por nosotros, fuimos creados para adorarle solo a Él, y a pesar de lo que pueda suceder, no fallaremos. Aún si nuestra carne es quemada y somos avergonzados delante de todos, eso no nos importa; aún si Dios decide dejarnos morir, entendemos que Él es soberano, pero nosotros siempre cumpliremos con nuestra parte, que es honrarlo. No importa el día, ni el lugar estamos aquí para decirle al mundo quienes somos, no nos preocupamos, porque el fuego no quema a los radicales.
Por: Moisés Mota Hernández
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