El Propósito de Dios para mi vida


Los viajes del hombre en búsqueda de propósito en esta vida, solo han creado prácticas e ideologías que solo han servido para crear más problemas de los que pueden llegar a resolver. La religión es uno de estos intentos del hombre de encontrar a alguien que llene su vació existencial y le dé propósito a su vida. 

La religión es tan antigua como la humanidad misma; halla sus raíces en los recovecos del espíritu humano. Cada cultura, sin importar cuán antigua sea o cuánto tiempo hace que desapareció, ha desarrollado alguna forma de práctica religiosa que intenta satisfacer un vacío en el profundo pozo del alma humana, que gime por hallar la razón, el propósito y el significado de la vida. Desde los secretos grabados en las paredes de las cuevas de antaño, hasta los grandes monumentos arqueológicos y los vestigios de grandes imperios, el hombre prosigue en su búsqueda para hallarse a sí mismo y encontrar sentido a este mundo.

La búsqueda incansable del hombre solo nos deja una deducción: En el hombre hay un vacío muy profundo, y ese vacío solo Dios lo puede llenar. La realidad es, que el vacío que hay en el interior del hombre tiene la forma de Dios que es su creador. El hombre ha querido llenarlo con otras cosas; dinero, fama, placeres; pero solo quien nos hizo llena ese vacío existencial.

Dios le da sentido a nuestras vidas, él define y nos revela su propósito para con nosotros. Muchos queremos conocer ese propósito y casi siempre no sabemos cuál es, pero cuando vemos el texto de la palabra de Dios, y encontramos a hombres como: Pedro, Andrés, Juan y Santiago, llegamos a la conclusión de que nuestro propósito se encuentra escondido en Dios.

La palabra enseña que estos hombres eran pescadores en el mar de Galilea, y que un día Jesús iba pasando por la orilla de aquel mar. Ese día, la pesca del pescador llamado Pedro, fue todo un fracaso. Pero Jesús iba de camino. Cuando Jesús llega, él le invita a tirar la red en su nombre, Pedro titubea, pero al fin queda convencido y la lanza, el resultado fue una gran pesca.

Lo impresionante en esta historia es como un encuentro con Jesús, le cambia el rombo de dirección a la vida de Pedro. Pasa de pescador de peces, a pescador de hombres según Lucas 5:10.

"No temas; desde ahora serás pescador de hombres".

Aquí vemos que el encuentro que tuvo Pedro con Jesús, fue también un encuentro con su propósito. Nuestro propósito está escondido en Jesús, el hijo del Dios viviente.

¿Quieres encontrar tu propósito en esta vida? Busca a Jesús, en él está escondido tu propósito.

Por: Yariel Tejeda


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