Instruye al niño en su camino
A veces, mientras estoy meditando sobre la palabra y sobre
el evangelio en general, me surgen preguntas que me han marcado y se mantienen
constante en mi cabeza es ¿cómo puede una persona salir de los caminos del
Señor, si su familia es cristiana? o ¿Cómo permite un padre que su hijo se
aparte del Señor? ¿Acaso no se dan cuenta a tiempo de los cambios de su hijo? o
¿Será que no instruyen a los hijos de la manera correcta? Una y otra vez he
tratado de comprender esto, porque a pesar de que tenemos debilidades y que es
obvio nadie es perfecto, creo que los padres son las personas que más nos
conocen en la tierra después de Dios, a veces más que nosotros mismos, ellos
detectan comportamientos, malas costumbres y hábitos que podamos tener hasta
antes de nosotros darnos cuenta o si lo hacemos de forma inconsciente.
En la biblia, existen varios versículos donde nos habla
sobre lo importante que es desde nuestra niñez ser guiados para que sigamos los
pasos de Jesús, para así a medida de que vayamos creciendo, crezca al junto de
nosotros la madurez, nuestro conocimiento de la Palabra, amor hacia Dios y su
obra, nuestro compromiso con el ministerio, la devoción, en fin, un sinnúmero
de valores y características que poseen los seguidores de Jesús. (Isaías 54:13,
Colosenses 3:21, Deuteronomio 4:9, Deuteronomio 6:6-9, 2Timoteo 3:14-15,
Proverbios 29:17, Efesios 6:4).
Pero en lo personal quiero hablarles de un versículo en
específico que creo la mayoría ha leído o escuchado, Proverbios 22:6 ‘Instruye
al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él’.
Es por eso que antes de entrar de lleno quiero decirles lo
que la RAE (Real Academia Española) determina como instruir:
1. Enseñar, doctrinar.
2. Comunicar sistemáticamente ideas, conocimientos o
doctrinas.
3. Dar a conocer a alguien el estado de algo, informarle de
ello, o comunicarle avisos o reglas de conducta.
Instruir al niño no es llevarlo a la iglesia como imposición
porque ‘somos cristianos y hasta que estés bajo nuestro mando debes ir con
nosotros’ NO, eso es un error garrafal, es mostrarle el por qué se va a la
iglesia, a qué se va y que su actitudes sean ejemplos para ellos. Es brindarle
un amor incondicional, ensañarles y si fallan mostrarles el camino correcto,
los padres vienen siendo los representantes de Dios dentro de las familias, son
los encargados de guiarnos sobre el conocimiento de la palabra de Dios y
sobretodo mostrar con su estilo de vida que lo que intentan instruir no es una
imposición sino que Dios en su infinita misericordia ha permitido el acceso a
su reino y lo único que debemos hacer es aceptarlo y entregarle nuestra vida.
Creo que si desde pequeños nos enseñaran esto, cuando fuésemos adultos no sería
tan difícil el seguir los caminos de Jesús.
Los padres tienen ese compromiso con Dios, con ellos mismos
y con sus hijos, ¿Se imaginan lo maravilloso que debe ser adorar a Dios con
toda tu familia? Wow, eso sería lo idóneo, ver como tus hijos no pierden tiempo
con las cosas de este mundo y se enfocan en levantar y establecer el Reino de
Dios, eso ha de ser maravilloso. Para lograrlo se necesitan varias cosas,
oración, mucha oración y presentar tus hijos a Dios y también lo que había
mencionado antes, ser tú el ejemplo a seguir para que tus hijos conozcan que
cosas deben hacer y qué no. Pero eso no significa que serán perfectos, ellos
deben pasar sus propias experiencias y aprender de las situaciones, pasar por
procesos, ya Dios sabe cómo trabajar con cada uno de sus hijos.
También se da el caso en que nos preguntamos: Pero yo he
visto como tal pareja es intachable y a sus hijos no los aguantan ni ellos
mismos?, ¿Será que no hicieron un buen trabajo? Esta situación es muy delicada,
muchas veces veo padres que son un ejemplo a seguir dentro de la iglesia, su
vecindad pero en un casa no dedican tiempo a escuchar a sus hijos, a corregir
ni a aconsejar, recuerda que los padres son los representantes de Dios Padre en
los hogares y que son los encargados que ayudarnos a moldear nuestro carácter
para el futuro, el soltar a un niño en la iglesia no es instruirlo, el leer la
palabra delante de él no es instruirlo, instruirlo es escucharlo, darle apoyo,
mostrarle y hablarle sobre el amor de Dios, inducirlo a que viva una vida de
oración y vocación a Dios, que lea la palabra y busque de Dios en la intimidad.
Te preguntarás ¿a qué edad debo ponerlo a hacer esas cosas? Desde que vaya
desarrollando el entendimiento y las habilidades para hacerlo, INSTRÚYELO,
porque te aseguro, que si haces estas cosas, no se apartarán de Él. Haz tu
deber como padre y verás como Dios hará su parte, instruye al niño en su
camino, se tú un ejemplo de lo que Jesús dice que debemos ser, verás la paz
reinar en tu casa y verás a Dios obrar en tu familia. Dios te bendiga
Por: Crismeli A. De Jesus Mercedes
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