Los favoritos del Maestro



¿Qué tienen ellos de especial para que yo les muestre estas cosas? ¿Por qué los he elegido a ellos y no a los demás? ¿Por qué ellos son mis amigos preferidos? La respuesta es sencilla, no tengo favoritos, simplemente personas que aprendieron a ponerme en primer lugar y eso los hace sobresalir.

Acabamos de ver un evento que para ellos fue muy impactante y sobrenatural. Los llamé secretamente y los aparté para mostrarle mis misterios y maravillas, para que me vieran no solo como maestro, sino como el gran Dios, y para que apreciaran mi cuerpo transfigurándose. Eso no significa que los amo más que los demás, pero he visto que ellos muestran un poco más de atención; son de aquellas personas que oran, aunque estén cansados y se queden dormidos, pero que no pueden dejar de hacerlo un solo día;ellos no están tranquilos sino están cerca de mí, como aquellos estudiantes que se quedan más tiempo con el profesor cuando se termina la clase, mientras los demás se van rápidamente por compromisos personales. Cuando los algunos son vencidos por el sueño, ellos se desvelan por escuchar mis palabras.

El primero es un agradable pescador que tiene algo de especial, es de esas personas muy simpáticas y con un carisma increíble. Ha invertido muy poco en preparación académica, prefiriendo desde pequeño dedicarse al trabajo y junto a su hermano ocuparse de una pequeña empresa familiar dedicada a la pesca; ese encargo se convirtió en su pasión, nadie mejor que él para navegar aquellos mares en busca peces. Es del típico hombre muy expresivo, desorganizado y temperamental, con un carácter sanguíneo que a veces le permite ser cómico y sobresalir entre los demás. No entiende mucho de estos asuntos bíblicos, ni de profecías Mesiánicas, pues viene de la clase vulgar que no ha adquirido tantos conocimientos, pero, aunque no entienda nada me ama, y me sorprende cómo está dispuesto a dar la vida por mí. Dejó su trabajo que amaba y me ha hecho parte de su familia, como esas personas que te toman cariño fácilmente. Cuando nos encontramos por primera vez, le hice saber que yo soy el mejor y más sorprendente pescador, que lo necesito para algo importante, y desde entonces me dio su confianza ciegamente.

Los otros, son dos hermanos muy inteligentes, disfruto mucho hablar con ellos. Tiene mucha madurez, pero un carácter fuerte, que a veces no puede tolerar algunas cosas, por eso les digo cariñosamente “Hijos de Trueno”. Ellos aman servir y conversar conmigo, incluso abandonaron también su antigua ocupación de pescadores para dedicarse completamente a mi ministerio. Amo profundamente a uno de ellos, nunca me ha dejado y entiende todo lo que digo, como si su mente estuviese abierta para las verdades y secretos del Reino. El otro es incondicional, tiene una disposición increíble que lo hace formar parte de este círculo íntimo.

Ellos tres serán grandes líderes, estoy seguro, aunque no entiendan todo y tengan defectos, lo que hace que yo le muestre mis inquietudes es porque ellos me demostraron primero que son dignos de confianza. Primero se destacaron por ser comprometidos, tomaron esto en serio desde el principio, no han dudado, son fieles, han dejado su trabajo, renunciaron al dinero y al descanso por amor a mí. Lo segundo es que son discretos cuando les digo que no digan nada a nadie, no me cuestionan, aunque no entiendan guardan silencio. Y lo tercero es que son hombres de fe y valor, que aman algo que nunca habían conocido antes.

Si te preguntas porque yo me revelo y uso más a unos que a otros, la contestación a esa interrogante radica en que esas personas pagaron un precio y primero se dieron a conocer en el Reino, yo conozco sus voces y sus corazones son conforme al mío. Los que me prestaron sus oídos primero y fueron perseverantes para conocer su voluntad son los que después hago parte de esta sobrenatural aventura. Aquellos que renunciaron a todo, que ya no le gusta complacerse, sino agradarme, esos son dignos de mí. Yo los llamo a todos, pero ellos decidieron ser escogidos. Nunca olvidaré sus nombres, se hacen llamar Pedro, Juan y Jacobo.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

No dejes propósito por vereda.

Viviendo conforme a la voluntad de Dios

Un líder reformador