Jesús y la Gracia


Jesús es la personificación de la gracia. El apóstol Juan en su evangelio nos da una revelación que podríamos considerar como la centralidad y el motor del evangelio. En este caso nos ayudara a sistematizar el tema: Jesús y la Gracia. 

Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. (Juan 1:17)

Cuando Juan habla de la llegada de la ley nos especifica que esta llega a través de Moisés. Moisés recibió la ley en el monte Sinaí, según el libro de Éxodo 20:17. Aunque debemos de entender que cuando Juan habla de la ley, no se refiere simplemente a los Díez mandamientos, sino que generaliza la ley con el pentateuco (Génesis, Éxodo, Levítico, Número y Deuteronomio). La ley sería todo mandamiento del Señor dado en el antiguo testamento (pacto). 

La ley fue dada para que el hombre reconociera su pecado. La ley te dice: esto es lo bueno y si no lo haces, eres malo y esta será tu consecuencia. La ley te condena y te acusa y es necesaria para que el hombre entienda que en su fuerza no puede agradar a Dios. Por eso no decimos que la ley es mala, todo lo contrario, la ley es buena. 

Pero sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente; conociendo esto, que la ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas. (1 Timoteo 1:8-9)

Dicho esto entendemos que la ley fue dada para confrontar a la humanidad de su pecado. Fue dada para el pecador y no para el justo. Pero ¿quién es justo? La Biblia dice que no hay justo. Como está escrito: No hay justo, ni aun uno. (Romanos 3:10)

La ley no fue puesta para el justo. Si un hombre es justo, no necesita ley. Esto es cierto del cristiano. Cuando es salvo por la gracia de Dios, no necesita ser puesto bajo los Diez Mandamientos para poder vivir una vida santa. No es el temor al castigo lo que hace a un cristiano vivir una vida piadosa, sino el amor por el Salvador que murió en el Calvario. 

Ya podemos entender que la ley nos da el conocimiento de que somos pecadores y necesitamos de un salvador. Aquí entra en acción, Jesús y la Gracia. 

Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios; ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado. Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. (Romanos 3:19-22)

La ley nos dice que merecemos ser condenados, pero Dios manifestó su gracia por medio de Cristo y nos mostró su perdón. El juicio de la ley que debió caer sobre nosotros cayó sobre Cristo, y esta declaración consumada es Gracia de Dios. 

La ley representa: juicio, condenación, consecuencia. La gracia representa: perdón, misericordia, redención. La gracia es Cristo y Cristo en nosotros la esperanza de gloria.

Por: Yariel Tejeda 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

No dejes propósito por vereda.

Viviendo conforme a la voluntad de Dios

Un líder reformador