Cegados a la verdad
Las personas no van hacia un gran peligro con los ojos abiertos. Aún así hay muchos [de ustedes] que siguen adelante… hasta el [borde] del [juicio] sin pensar en el peligro. [Tú] estás ciego. Esta horrible paz en la conciencia, este enfriamiento del Espíritu cuando tu conciencia [te molesta], ese frívolo juego con la muerte y el juicio, prueba que [estás] ciego (Traducido de C. H. Spurgeon, “Blinded by Satan,” The Metropolitan Tabernacle Pulpit, Pilgrim Publications, 1975 reimpreso, volumen XXXIX, p. 183). Todos, en algún momento dado de nuestra vida estuvimos cegados. Ignorando la realidad de este mundo limitándonos solamente a las ofertas del dios de este siglo, con los ojos abiertos pero sin ver lo que nos precede, lo que sucede en la actualidad y cual será de nuestro futuro. Estuvimos cegados, viviendo por el día a día sin tomar en cuenta al personaje más importante de lo que sería nuestra vida. ¿Cuánto tiempo duramos ignorando a Jesús? ¿Cuánto tiempo el enemigo con sus