Jonás y su contraste con Jesús.


A veces creemos que un libro grande, es sinónimo de un gran libro, y no siempre sucede esto. En el caso del libro de Jonás podemos decir: pocas páginas pero un contenido y una enseñanza sorprendente.

Difícilmente vamos a encontrar un misionero en el antiguo testamento; Jonás lo fue, pero un misionero muy testarudo a la misión que Dios le estaba delegando. En este profeta vamos encontrar comportamientos que hoy en día nosotros volvemos a repetir. Pero en esta ocasión no quiero comparar a Jonás con nosotros, sino más bien con Jesús; El misionero por excelencia.

En Jonás vemos un comportamiento nacionalista y hasta egoísta. El centralizaba a Dios en un solo pueblo. Lo vemos claramente cuando de forma radical rechaza la misión de llevar el mensaje de juicio a la ciudad de Nínive, capital de Asiria.

Ver el lugar donde Dios lo estaba enviando, nos revela el rechazo intrínsecamente que había en Jonás por la nación de Asiria. Recordemos que en los tiempos del profeta mensajero, Asiria era una potencia. Bajo estas circunstancias, los judíos estuvieron expuestos a ser oprimidos por dicha nación. Sabiendo que Jonás era judío, vemos claramente porque el profeta tenía más interés en la destrucción que en la salvación. El Dios destruir a Nínive significaba; para Jonás, cuidado y protección de parte de Dios para Israel.

Aun con todo esto de por medio, Dios crea situaciones que de forma indirecta provocan que Jonás llegue a tierra asiria. Jonás llega a la capital de esta nación (Nínive), con un mensaje de juicio y condenación. Con mucho más interés por ver la destrucción, que en ver la salvación de estos 120 mil habitantes.

Dado el mensaje de condenación, la respuesta es un arrepentimiento total y genuino. Los habitantes vuelven a Dios arrepentidos y declaran un ayuno nacional. Y Dios que es rico en misericordia, se arrepiente del juicio que había declarado sobre la ciudad.

Cuando Jonás ve la respuesta de Dios ante el arrepentimiento de Nínive, se enoja con Dios. Se queja y patalea el profeta ante la decisión de Dios. En medio de todo esto, sube a un monte a esperar, "qué pasara con la ciudad".

Jonás sube a un monte; esperando juicio y destrucción para la ciudad, Jesús sube a un monte; a morir por la ciudad. 

Por: Yariel Tejeda 

Comentarios

  1. Genial la reflexión me gustó mucho muchas gracias que Dios les bendiga siempre

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