Metas de año nuevo.



Me imagino que, como todos los años, muchos de nosotros nos hemos propuesto metas de año nuevo, quizás dejando de lado una lista inconclusa con metas que nunca sintieron un poco de brisa al ser sacadas de un bolsillo, metas que es muy probable hayan sido olvidadas desde febrero del año pasado. Sueños, proyectos, crecimiento personal, hasta responsabilidades son olvidadas, estamos tan mal acostumbrados que determinamos si seguimos con algo o no, dependiendo a si se está acabando el año o no, no teniendo en cuenta que del 31 de diciembre al 1 de enero solo transcurre un día y que mientras haya vida no podemos detenernos.

Una de las metas que nos solemos proponer a inicio de año es ejercitarnos, todo el mundo quiere ir al gimnasio, salir a correr y tener una mejor figura, así suele pasar con el ejercicio espiritual, muchas iglesias se unen  hacer disciplinas espirituales a inicio de año, se nota el fervor, es común ver la manifestación del Espíritu Santo en esta época, nos sentimos renovados como si nos hubiesen recargado y puesto pilas nuevas, es increíble, nos comportamos como si desde noviembre u octubre del año anterior no estábamos en frialdad, es una época nueva, una temporada diferente. En fin, todos sentimos el deseo de crecer, venimos con una agenda nueva llena de sueños y cargada de propósitos que queremos cumplir, nos sentimos imparables, nadie puede con nosotros, pero ¿Qué nos asegura que no haremos lo mismo del año pasado? ¿Qué es lo que haremos diferente es esta ocasión que nos hará seguir de pie en el transcurrir del tiempo? Queremos hacer siempre cosas nuevas sin haber cambiado lo más importante e influyente en el éxito o fracaso, nuestra mentalidad. Si seguimos con la mentalidad vaga del año pasado, nunca lograremos nuestras metas.

Muchos de nosotros decidimos buscar más de Dios y ser más espirituales, queremos ser usados por Dios y que las señales y prodigios no sigan, y no tenemos la capacidad de disponer de nuestro tiempo para disciplinarnos. Todo es cuestión de a qué cosas damos prioridad en nuestras vidas y de tomar la decisión de crecer y ser mejores, ante Dios y la sociedad.


Por tal razón quiero dedicar varios consejos conforme a lo que nos dice la Palabra de Dios, que creo nos permiten ser más productivos y a su vez, exitosos: 

Seamos constantes. La constancia, disciplina, como quieras llamarle, es sumamente importante, según la University College de Londres, en un estudio realizado sobre los hábitos, determinaron que luego de 66 días de elaborar una actividad, dicha actividad puede perdurar años. Otras personas dicen que es después de los 21, otras que es después de los 90, en fin, lo importante es ser constantes y perseverantes. ‘Por tanto, mis amados hermanos, estad firmes, constantes, abundando siempre en la obra del Señor, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano’ 1Corintios 15:58.

Desarrollemos la fe. Es importante estar consciente de que nuestra actitud hacia las cosas importa mucho, si quieres hacer algo y tu actitud es: no lo voy a lograr, es muy difícil, tienes gran parte de la batalla perdida. Es necesario usar nuestra fe y confiar en que Dios está en control y que, a su tiempo, nos dará la victoria. ‘Por eso les digo: Crean que ya han recibido todo lo que estén pidiendo en oración, y lo obtendrán’ Marcos 11:24. 

Demos el lugar que a Dios le corresponde. Entendamos que es Dios quien guía nuestros pasos y que, si Él no es el centro de todo lo que hacemos, nos hacemos sabios en nuestro propio ‘entendimiento’ y caeríamos en soberbia. ‘Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas’ Proverbios 3:6: 6.

Entendamos que suyos son los tiempos. Aunque veas que no se han movido ni una pluma, que no pasa absolutamente nada a tu alrededor, espera en el tiempo de Dios. Nuestro deber como hijos de Dios es trabajar confiadamente y descansar en Él, dándole el lugar protagónico a Dios en nuestra vida, mientras esperamos que el abra las ventanas de los cielos y derrame su bendición en nosotros. ‘Espera al SEÑOR; esfuérzate y aliéntese tu corazón. Sí, espera al SEÑOR’ Salmos 27:14.


Querido lector, ya tienes la base, de seguro estás lleno de metas y sueños, es tiempo de ser constantes en Dios y entender que cada día que pasa es una oportunidad para Glorificar a Dios y ser exitosos en aquellos que nos proponemos, ¿Qué esperas? Es tiempo de cumplir nuestras metas.



Por: Crismeli De Jesús.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

No dejes propósito por vereda.

Viviendo conforme a la voluntad de Dios

Un líder reformador