Conversación indeleble
Saludo, ¿Cómo estás? Espero que bien, y que a su vez estés consciente y preparado para lo que recibirás a continuación. De manera introductoria quisiera aclararte algunas cosas: lo primero es que me conoces, quizás hemos sido amigos, o tal vez solo hayas escuchado hablar de mí, segundo: no revelare mi nombre en el inicio de nuestra conversación. ¿Raro, cierto? Pero tranquilo todo estará bien. Ya sabiendo esto, creo que es prudente que iniciemos. Hoy tu espíritu fue atraído, y que conste, no de la manera que habla Calvino, sino más bien para que conversemos a través de este artículo ya que es tiempo de que entiendas quién soy en realidad, cosa que pocos se han atrevido a explicar, e incluso la iglesia por tabúes, o temor al qué dirán y mi patrón, ¡que por cierto es muy sagaz!, se ha aprovechado de eso y ha educado con músicas, películas, series, a la iglesia, cambiando en realidad lo malo por bueno. A continuación, me voy a revelar, tómalo como una autobiografía. Lo prim